En
estos últimos días ha existido una tensión política en la frontera Colombo –
Venezolana, en donde el gobierno de Venezuela afirma, que la escases de
productos de diversa índole, pero por sobre todo de índole alimenticia, se debe
a un tráfico que existe en la frontera antes mencionada, desde Venezuela hacia
Colombia. Esto deja mucho que pensar y analizar, sobre todo al observar cómo
han sido las reacciones de parte del gobierno Venezolano para solventar el
problema.
Se
han creado estados de excepción, tanto como en la frontera con el Estado
Táchira y Zulia, acá en Venezuela, como a su vez, se han cerrado dichas
fronteras, y a pesar de tener aproximadamente dos semanas de estar así, el
problema del desabastecimiento sigue cada vez peor, es más, la situación de la
frontera, ha alimentado la paranoia colectiva, por los que hasta los productos
que internamente son vendidos de manera ilegal con sobre precio, también están
escasos.
Entonces,
¿Qué ha significado la toma de medidas por parte del gobierno Venezolano como
medidas de solución al problema de desabastecimiento nacional?, según palabras
del mismo gobierno, lo catalogan como una herida que va sanando, es decir, que los efectos de las medidas
tomadas se verán con el tiempo. Ahora les digo yo, en palabras de un ciudadano
Venezolano que trabaja y se esfuerza para poder conseguir los alimentos
necesarios para la mesa de su hogar, el problema es interno, el problema es de
corrupción, el problema es de que se creó un sistema económico monstruoso, en donde muchas personas sin moral ni
valores, hacen colas que pueden durar hasta 2 días, para comprar los alimentos
a un precio regulado y establecido por el gobierno, para solo venderlos luego a
7 u 10 veces el costo de lo que les costó adquirir dicho producto.
Es
por ello, que me causa mucha tristeza personal ver como se mezcla un problema
interno, algo que tiene que ver con la gente que vive y habita en esta bella
nación, en Venezuela, con algo completamente distinto, como lo es la situación
del comercio en la frontera, que ha existido desde siempre, pues recordemos de
que éramos, nosotros los Venezolanos quienes antes cruzábamos la frontera, bien
se con Brasil o con Colombia, para adquirir productos a un menor precio, ya que
nuestra moneda valía desde 2 hasta 4 veces más que la de dichos países, y a
pesar de ello, nunca se había sufrido de ningún escenario de escases como lo
sufre hoy en día Venezuela.
También
sería irresponsable decir, que el único intercambio comercial se basa en la
compra y venta, ya que muchas son las personas que trabajan en lados contrarios
de la frontera, que tienen negocios, o que simplemente tienen compromisos
académicos del otro lado. Por ello, el llamado que tenemos que tener es solo
uno, evitar dejarnos cegar por la propaganda populista, no podemos ser
viscerales, pues para ello tenemos cerebro.
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