La iglesia y el matrimonio igualitario.

El viernes 31 de julio del 2015 a las 6:30 de la tarde se me acerco una mujer  con un grupo de hojas en su mano, los cuales parecían los formularios de una encuesta. En lo que ya estamos en distancia suficiente para poder conversar, me pregunta si deseo firmar en contra de la legalización del matrimonio igualitario aquí en mi país, en Venezuela. Dicha mujer se acerco de forma muy amable y educada en nombre de la iglesia católica, e indicaba que se respetaría la opinión que yo tuviera acerca de la campaña que ellos estaban realizando.

Yo de manera educada también respondí que no firmaría en contra de ello, es decir, no apoyaba la decisión de la iglesia de evitar el matrimonio igualitario. Y no me parece algo que este mal, algo que sea reprochable, pues considero que cada quien debería poder decidir e influir en su vida personal, en decidir en aquello que lo haga feliz. Ahora lejos de eso, lo que quiero hablar es sobre, ¿por que la iglesia lucha por cosas que no son prioridad?, o de ¿por que la iglesia defiende cosas que realmente no nos ayudan en nada?.

En nuestro mundo hay mas hambre y miseria, que matan día a día a muchos seres humanos, entonces por que dichas organizaciones no se enfocan en darle una ayuda a dichas personas. Es obvio, ayudar a los mas necesitados no es trabajo único de la iglesia, pero bien ayudaría que nos tendieran una mano, como también es cierto que si hay instituciones religiosas que si ayudan, entonces ¿Por que meterse con algo tan vano, como evitar el matrimonio igualitario que no mata a nadie?, eso nadie lo sabe. Pareciera, que el evangelio de Jesús se perdió, y el "amarse los unos a los otros como yo los he amado", solo se usa cuando conviene.

Es nuestra tarea poder discernir y ver con inteligencia, que nuestro futuro depende de nosotros, y evitemos cueste lo que cueste que otros decidan por ti.